'Time in the market o timing the market'. Esta es una famosa frase inglesa que mantiene siempre en vilo a los inversores de todo el mundo. Es la eterna duda: ¿Debo comprar y mantener o mejor ir tratando de cazar los movimientos del mercado, comprando y vendiendo?. Lógicamente, dependerá del activo que se compre, pero lo que dice la estadística es que es más práctico estar siempre invirtiendo para no perderse los mejores días del mercado, que son los responsables de la mayor parte de los avances netos a medio y largo plazo.
A priori, invertir y cazar los movimientos del mercado puede parecer sencillo. Simplemente, consistiría en comprar cuando los precios están bajos y vender cuando están altos. Sin embargo, en la práctica no es tan sencillo. Lo primero porque si ha pasado es fácil ver lo que hizo el mercado, pero en directo nunca sabes cuando una tendencia va a acabar y se va a dar la vuelta. Adicionalmente, entrarán en juego las emociones del inversor (optimismo, entusiasmo, euforia, ansiedad, negación, miedo, desesperación, pánico...) lo que hará que no sea tan sencillo tomar la decisión adecuada en el momento preciso. Por último, está el momento o timing. Este consiste en estar en constante contacto con el mercado, es prácticamente imposible y si te pierdes los mejores días puedes estar perdiendo una jugosa cantidad de las plusvalías.