La venta de viviendas en España está en un momento dulce. Prueba de ello es que, sin ir más lejos, el número de hipotecas firmadas durante el año pasado para comprar una vivienda se elevó un 23 % con respecto a 2020, para alcanzar su nivel más alto en 11 años, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que detalla que en 2021 se cerraron 417.501 hipotecas para adquirir una vivienda, frente a las 337.752 de 2020, cuando la irrupción de la pandemia alteró notablemente el mercado inmobiliario.
Para muchas personas la compra de la vivienda significa la inversión más importante de su vida, de ahí que sea conveniente contar con un óptimo servicio de intermediación inmobiliario. En este sentido, contar con el asesoramiento de un profesional del sector resulta muy valioso a la hora de comprar, vender o alquilar una propiedad.
El papel de un agente inmobiliario es fundamental en cualquier proceso de compraventa de una vivienda, pues gracias a su criterio y conocimientos como parte que representa los intereses del comprador o vendedor y a que realiza una selección de la oferta y la demanda, se podrá ahorrar mucho tiempo en visitas.
En todo caso, la intermediación con bienes tan valiosos supone una alta responsabilidad, razón por la cual los agentes inmobiliarios son asesores en una transacción compleja y, por lo tanto, deben disponer de una preparación adecuada.
En los últimos años existe una tendencia al alza muy interesante en las cifras de empleo del sector inmobiliario español. Cada vez hay más personas que quieren contar con una preparación especializada para la industria de la intermediación de viviendas y buscar ser protagonistas de su tiempo y de su profesión en un momento de crecimiento del mercado inmobiliario en el que ya ha pasado la peor parte de la crisis del coronavirus y en el que un agente inmobiliario bien preparado y con los recursos necesarios puede alcanzar el éxito profesional.
La formación es un aspecto fundamental en un agente inmobiliario. Un buen agente de la propiedad inmobiliaria deberá estudiar y conocer a fondo toda la legislación vigente relacionada con su propia actividad profesional, especializarse en un área concreta dentro del mercado inmobiliario, conocer bien el mercado en el que va a operar.
Cualquier empresa de la industria inmobiliaria debe invertir los recursos corporativos que sean necesarios para poder ayudar a sus profesionales a alcanzar sus objetivos. En el caso de una empresa líder como Tecnocasa lo hace mediante la inversión en distintos ámbitos: publicidad para los agentes en los portales inmobiliarios, tecnología propia de máximo nivel puesta al servicio de los agentes, un plan de ventas digitalizado y personalizado para cada propietario, herramientas de valoración y tasación para determinar el precio real de mercado del inmueble, la gestión de los documentos legales de trabajo y la formación inicial y continuada centrada en el negocio, entre otras acciones.